El
toro
de Osborne es
una enorme silueta de
un toro de lidia,
de
aproximadamente 14 metros de altura, concebida originalmente como una
gran valla publicitaria
de carretera para
promocionar el brandy de Jerez, Veterano
del Grupo Osborne.
En
1956, Osborne encarga a la agencia de publicidad Azor, la creación
de una campaña publicitaria. Fue el artista gráfico Manuel Prieto
quien dio vida a: el Toro de Osborne. El primer Toro se instaló en
Cabanillas de la Sierra en 1957.
Las
vallas se
encuentran repartidas a lo largo de la geografía española, de forma
general junto a carreteras y sobre cerros para cortar el horizonte y
favorecer de ese modo su visión.
Los
90 Toros de Osborne están ubicados estratégicamente en las
principales carreteras por las que transitan millones de personas.
Están fabricados en chapa metálica, pesan 4.082 kilos cada uno y
miden unos 14 metros.
Aunque
la función inicial era publicitaria, con el paso del tiempo y el
arraigo cultural se ha convertido, además de en marca comercial de
esta empresa, en un símbolo cultural español.
Se
trata de un plano simple en el que aparece la figura del toro como
elemento fundamental y la marca Orborne en blanco destacando sobre el
fondo negro del toro.
La presencia del Toro de Osborne en medios de comunicación es permanente, representando a la España actual, moderna y con personalidad.
La presencia del Toro de Osborne en medios de comunicación es permanente, representando a la España actual, moderna y con personalidad.
La
imagen del toro a sido utilizada además de como logotipo que
identifica a España para hacer diferentes protestas y
reivindicaciones: